La escuela de Atenas

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lunes, 12 de diciembre de 2016

Schleirmacher: autonomía e inmediatez de la religión

Los discursos
El contexto inmediato

Discursos (1799): convierte a la religión en objeto de reflexión. 5 dicursos de importancia desigual. El 2º y el 5º constituyen el eje de la obra: esencia y papel de la religión positiva.
      Schleirmacher se sitúa en el primer romanticismo, junto con Novalis y Schlegel. Éstos consideraban insuficiente la mediación de la razón práctica a la hora de fundamentar la religión (Fitche).
      Fue Sch. quien nos dejó la versión romántica de la religión, una vez operada la quiebra de la razón ilustrada (que gira en torno al “desencantamiento” del mundo) frente a esto, el romanticismo intenta recueperar una nueva sensibilidad para lo religioso, acompañado de una nueva mitología
      Sus discursos muestran las posibilidades así como los límites del discurso romántico. Da muestra de un carácter existencial, imaginativo y romántico, a veces caóticos, sin la debida disciplina conceptual, y altamente retóricos 


La religión y la crítica de la razón instrumental

Tensión entre religión-razón instrumental moderna.
      Aunque media entre el idealismo vacío y lo finito-terreno, es este segundo el que amenaza a la supervivencia de la religión. El hombre ha conseguido hacer tan rica y polifacética la vida terrena que no queda lugar para la contemplación de lo eterno.
      Esta absorción por lo útil, hace difícil elevarse hasta la aprehensión de lo infinito, a pesar de que el hombre nazca con una disposición para lo religioso igual que las demás. El culto al pragmatismo va ligado a una cultura intelectualista (obsesión por entender) de modo que encadena al hombre a lo finito
      Es precisamente hacia lo infinito, lo eterno, donde señala la religión. La apertura hacia la religión es cada día más difícil teniendo en cuenta que la enseñanza, como sistema productor de los valores imperantes, impedirá que se desarrolle de una forma armónica el sentido religioso.
      Así, en los Discursos, junto con la crítica de los intereses pragmáticos, se cuestiona a la vez una educación intelectualista en función de esos intereses. El paso de la cultura escolástica, ciertamente inútil, a una concepción pragmática que en última instancia viene a ser una nueva barbarie. Critica lo que considera una pseudomodernidad
      Es por esto que considera su época como una encrucijada, por lo que atañe a la supervivencia de la religión. Aun con todo, tras la destrucción ilustrada, el reflujo romántico le albergaba esperanzas.
      Según el ideal moderno, la religión tendría que hacerse útil para sobrevivir, como sostén de la vida social. Schleirmacher se opone a esta instrumentalización de la religión. La razón de ser de la religión no consiste en el mantenimiento de derecho y el orden social, ni siquiera de apoyo a la moralidad. La religión necesita su propio ámbito. Instaurar la autonomía de la religión, en terminología kantiana.


Autonomía e inmediatez de la religión

Religión – metafísica y moral
      La razón teórica y la práctica confluyeron en el proceso de constitución de filosofía de la religión.
      ¿Cuál es la relación entre las tres disciplinas? ¿Se puede hablar de una unidad última de la actividad espiritual del hombre? este era el debate entre Fitche y Jacobi. Fitche estaría a la búsqueda de una filosofía primera como principio unitario de la filo. teórica y práctica.  Para Jacobi, esta escisión en el seno de la filosofía solo encuentra unidad en un principio que la trasciende, la religión.
      ¿Cuál es el motivo de confusión entre estas disciplinas? Que poseen el mismo objeto (el universo y la relación del hombre con el). Pero lo abordan de manera diferente. Schleirmacher procede afirmando la oposición tajante en que se encuentra la religión respecto de las otras dos. En virtud de esta oposición, dice, la religión no es ni pensamiento ni acción, sino intuición y sentimiento. La religión no pretende explicar el universo, ni perfeccionarlo, sino que se sitúa en una “pasividad infantil”, dejándose plenificar por los influjos inmediatos del universo.
      Frente a la metafísica: ¿Cuál es el estatuto cognoscitivo de la religión? ¿Es posible una mediación filosofía-religión? Schleirmacher, negando la mediación kantiana de la razón práctica, se ve abocado a fundamentar la religión en una experiencia pre-reflexiva, en la inmediatez del sentimiento y la intuición que es proporcionada por el encuentro personal con un problema religioso de carácter inefable. La inmediatez de la experiencia religiosa se detiene en la experiencia de existencia y actividad del universo. En la religión, todo sería inmediato y verdadero para sí.
      ¿No necesita lo religioso un proceso de mediación, explicación? Su actitud anti intelectualista no va tan lejos, pues pretende desvelar la esencia verdadera de la religión. La religión es una entidad pensable, de lo que se puede establecer un concepto.f
      La religión insiste en la apertura del hombre a lo infinito, a la totalidad. La religión ve en todos los seres la impronta de la infinitud. La religión es sentido y gusto por lo infinito. La religión es una actividad plenificadora, actividad límite del espíritu humano que nos confronta con lo absoluto. La religión concibe todo lo limitado como una manifestación de lo infinito. Se trata de la única actividad del espíritu que concede universalidad al hombre.
      Mediando entre lo finito y lo infinito, la religión conduce la existencia humana a su plenitud.
      Se ha de tener en cuenta que es autor de una importante obra filosófica. Pero su concepción de lo religioso como perteneciente al ámbito de la sensibilidad y la inmediatez, y su concepción de la filosofía como pensar puro, tal como se presenta en su Dialectica, hacía difícil la tarea de pensar lo religioso, de elaborar una filosofía de la religión. Por eso sus Discursos están traspasados por múltiples tensiones y aporías que son expresiones de la voluntad de su autor. Es decir, se trata de una crítica de la racionalización de la religión al mismo tiempo que una inevitable reflexión filosófica sobre la misma. Por eso intenta acercar el concepto de religión al del arte (subordinado a aquella), en concreto la música.


Entre la subjetivización religiosa y la experiencia del uno y todo. 

La religión es más amplia que la divinidad y la inmortalidad.
      A Schleirmacher se le reprocha por subjetivista, psicologista, historicismo y misticismo. También se le ha hecho el reproche opuesto de spinozismo y panteísmo (Strauss).
      Como pensador religioso es, sin duda, subjetivista. Según la inmediatez de la religión, y de la intuición y el sentimiento como órganos de la misma.
      Schleirmacher intenta fundamentar la autonomía de la religión junto al pensamiento y la acción. La insistencia en el sujeto lleva consigo la problematización del objeto.
      Los dogmas surgen con motivo de la liberación del sentido religioso. Lo que queda después es el caput mortuum del mismo. no pretende así una interpretación especulativa de los contenidos religiosos sino su interpretación en función de la conciencia religiosa.
      Primado de lo religioso en detrimento del contenido tradicional de la misma. La religión sigue en pie aun cuando su contenido se problematice o se diluya.
      En el segundo discurso, cuando trata la esencia de la religión, considera la religión como más amplia y comprehensiva que los dioses.
      La ilustración había considerado como la esencia depurada de la religión los conceptos dios e inmortalidad. Schleirmacher acepta la posibilidad de una religión sin dios. Dios no es necesario para la religión, aunque tampoco está en contradicción por ella. detrás de esta actitud está la crisis provocada por Spinoza, la crítica kantiana de la teología filosófica y la disputa del ateísmo
      El culmen de la subjetivización religiosa: la aceptación o no de la divinidad depende de la “dirección de la fantasía”.
      Pero la religión no es solo subjetivización, sino una inserción en la totalidad envolvente del universo concebido como uno y todo. (Principio organizador de la religión romántica)
      Dios solo reviste un valor regulativo (crítica kantiana). Lo decisivo es el sentimiento y la intuición del encuentro del hombre con el universo. Dios no pertenece a este nivel primario, sino al nivel de la interpretación que está en función de las disposiciones subjetivas del sujeto. El uno y todo: concepción unitaria de la realidad que engloba lo finito y lo infinito.
      En el momento del debate sobre ateísmo, la aceptación del universo no era un problema. “la vida y la acción divinas del universo no las ha negado nadie”. la apertura al uno y todo se presenta como defensa contra el solipsismo, a la que inducía en un principio su subjetivismo.
      La inmortalidad de la religión consiste en “en medio de la finitud hacerse uno con lo infinito y ser eterno en un instante”. En esta síntesis de subjetivismo e inserción en la totalidad, no falta el amor Dei intellectualis como la mejor expresión de ese sentimiento de plenitud. Amar el espíritu del mundo y contemplar su actividad, es la meta de la religión.
      Pero esta versión spinozista tiene que conciliarse con la versión joánica del cristianismo (quinto discurso). En las religiones se encentra la religión. Una religión positiva es el cristianismo. Rechaza la religión natural de los ilustrados como producto artificial de la cultura intelectualista.
      Por un lado se propugna la equivalencia de las diferentes religiones, al mismo tiempo que establece entre ellas una jerarquía y afirma un esquema evolutivo que culmina en el cristianismo. También, su historicismo tropieza con su psicologismo.


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