La escuela de Atenas

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martes, 11 de octubre de 2016

Hume. Crítica a la teología natural

Crítica a la creencia en la realidad de los milagros.

Una religión revelada es aquella cuyas doctrinas se presentan como proviniendo de una manifestación o comunicación directa de la divinidad a los hombres.
    El cristianismo ha encontrado la verdad de la revelación en los milagros. Un milagro es un hecho sobrenatural, que transgrede las leyes de la naturaleza, y que por tanto está más allá del poder de ejecución de los hombres. Aceptar la realidad histórica narrada en la biblia supone reconocer la verdad del cristianismo.
     Ahora bien, ¿hay razones para creer el la ocurrencia de tales hechos? Hume se plantea este problema en su Enquiry Concerning Human Understanding. Allí insiste en que un milagro es un suceso contrario a toda experiencia pasada, y que consiguientemente, a la hora de valorar su credibilidad, hay que tener en cuenta su carácter improbabl
      ¿Qué valor podemos otorgar a los relatos de los evangelios sobre los milagros de Jesucristo? Se trata de una narración escrita por personas sin ningún crédito ni reputación, que presentan sucesos que violan el curso regular de la naturaleza. el que se aceptara el testimonio de los apóstoles sobre la resurrección se explica por la credulidad y el asombro de las masas ignorantes.
       Ahora bien. Estos milagros ocurrieron en un rincón concreto del mundo romano, y pretenden ser prueba del dios único y verdadero y que, en consecuencia, niegan las evidencias que apoyan los milagros propios de otras religiones. La única opción es pensar que sus evidencias se destruyen mutuamente. La conclusión es que no es razonable creer en la realidad de los milagros cristianos.
                El que un milagro se defina como una transgresión de una ley de la naturaleza solo puede significar que es algo que no se ajusta a nuestra experiencia uniforme en el pasado y que, por tanto, está en oposición con nuestras expectativas en el futuro.  Porque, ¿qué es una ley sino una expresión compendiada de lo que hemos observado en el pasado? De un milagro también se puede pensar que se debe a una causa tan natural, como de momento desconocida. Para admitir que un suceso es genuinamente milagroso tendríamos que saber previamente que ni puede explicarse en base a las leyes de la naturaleza, ni en las que conocemos actualmente ni en el futuro.


Crítica a la creencia en la religión natural:
-crítica al argumento del designio

El argumento del designio parte de la constatación de que el universo es similar a una máquina bien ordenada. Ahora bien, las máquinas son el resultado del diseño y elaboración de seres inteligentes. Conclusión: el universo es el resultado del diseño de un arquitecto divino.
     Tan posible como esto es lo que Hume denomina la vieja hipótesis epicúrea: una materia a la que es inherente el movimiento tiene que acabar produciendo en menos de una infinidad de combinaciones un orden como el que actualmente presenta el universo. Para dar cuenta de la aparente planificación del universo no es necesario acudir a un diseñador inteligente, sino a la simple combinación de la materia en movimiento.
   También está el argumento de que el universo es como un gran ser vivo y no una máquina. Principio de generación y vegetación. Filón observa que el continuo movimiento de materia no produce ningún desorden, el continuo desgaste  es incesantemente reparado, a través de todo el sistema se percibe la afinidad más estrecha entre sus partes.

El argumento del designio no permite decidirse entre el politeísmo y el monoteísmo. El hecho de que este argumento se haya pronunciado la mayor de las veces a favor del dios único revela que la tradición filosófica está sometida a las costumbres y creencias de la tradición religiosa, y busca confirmarla a toda costa (religión natural).
  En segundo lugar, hay que contar con la presencia del mal en el mundo. Si el universo es el resultado de un diseño, qué dios diseñó un universo con semejante falta? Hume dice que solo estamos autorizados a constatar su absoluta indiferencia por la felicidad humana


-crítica al argumento a priori

El argumento a priori nos habla de que todo lo que existe debe tener una causa o razón de su existencia; y que por tanto, al ascender de los efectos a las causas tenemos que recurrir finalmente a una causa última que sea necesariamente existente (un ser que lleva en sí mismo la razón de su existencia, y que no puede suponerse que no existe sin caer en contradicción)
      Ahora bien, de acuerdo con la epistemología de Hume todo lo que podamos concebir claramente es posible. Y es concebible un efecto sin causa. Se trata de una opción que no cabe excluir, igual que tampoco el que el mundo sea eterno (con lo que no habría causa primera, sino un regreso indefinido de causas). Esto es algo que también es concebible. El argumento a priori (causa última) no tiene prioridad ninguna. El hecho es que con cualquier cosa se puede concebir su existencia como su no existencia. La mera razón no puede concluir si el universo fue creado por dios, de la nada, o si fue eterno.

-el problema del alma

En su ensayo Of The Inmortality of the Soul, observará respecto al carácter inmortal o no del alma, que solo deben tenerse en cuenta los argumentos obtenidos a partir de la analogía con la naturaleza-argumentos físicos.
     El primero de ellos es una aplicación del principio de que: cuando dos objetos están estrechamente conectados, alteraciones en uno provocan proporcionales alteraciones en el otro. De acuerdo con las reglas de la analogía, la disolución del primero provoca la disolución del segundo.
   Pues bien, la experiencia muestra que los cambios del cuerpo van acompañados de transformaciones proporcionales en el alma (la mente). Debemos concluir, pues, que el alma perece con la muerte del cuerpo. Según Hume: los últimos síntomas de la mente son el desorden, la debilidad… precursores de su aniquilación. El progreso de las mismas causas, al incrementar sus efectos, la extingue completamente
     Un segundo razonamiento es el que nada es eterno en este mundo. todas las cosas están sometidas a flujos y cambios continuos. El alma, pues, no podría ir contrariamente a los principios de la analogía. Por otra parte, la situación de inconsciencia antes de la formación del cuerpo es una prueba de que tras la disolución de la razón (la muerte) caeremos en un estado similar


Hacia una ciencia del origen de las creencias religiosas

La verdad del cristianismo no puede probarse acudiendo a la evidencia histórica, y tampoco pueden probarse las dos creencias básicas de una religión natural: la existencia de dios y la inmortalidad del alma.
     En The Natural History of Religion, trata de encontrar las causas psicológicas que provocan esas creencias para las que sabemos que no hay justificación racional. . se trata de situar el origen de la religión en la naturaleza humana.
    Hume parte del reconocimiento de que el politeísmo es la religión más antigua. Algo que se explica si tenemos en cuenta que la mente se eleva gradualmente de lo inferior a lo superior. Igual que los hombres habitaron cabañas y estudiaron agricultura antes que geometría, se formaron una concepción familiar de sus dioses, atribuyéndoles órganos y pasiones humanas, antes de llegar a la idea de Espíritu puro que ordena el universo.
    Las primeras ideas religiosas surgieron de la preocupación del hombre primitivo por los sucesos del hombre primitivo que afectaban a su vida. Todas las cosas que provocan deseo o terror se distribuyen entre los hombres por causas desconocidas, estas causas se convirtieron en el objeto de su esperanza o su miedo. La imaginación se formó una idea más concreta de estas causas o poderes de los que los hombres dependían, y de acuerdo a la tendencia a concebir todos los seres según su propia imagen, el hombre determinó forzosamente su propia concepción de estas causas. Dotaron a estos poderes tanto de pasiones como de inteligencia. Este es el origen del politeísmo: a partir de este momento, en cada faceta de la vida, se acudió al poder invisible.
    Por muchas divinidades que existan, es frecuente que se venere a una en especial. Esto se explica por la analogía del modelo nación y la jerarquía monarcal. Con la adoración al príncipe-dios terrenal se llega al concepto de monoteísmo. Éste tiene su origen en el miedo y en la tendencia a la adulación de la superstición más vulgar. La verdadera idea del dios único y perfecto será tan pobre como las concepciones que caracterizan a las divinidades del politeísmo las religiones monoteístas igualmente recurren a prácticas y rituales.


Hacia una valoración moral de la religión

¿Es beneficiosa la influencia de las ideas religiosas para la sociedad? De acuerdo con la tº moral de Hume todos nosotros aprobamos de forma natural aquellas cualidades que son útiles o inmediatamente agradables. Prudencia, laboriosidad, cortesía, lealtad. ¿Ayuno, celibato, mortificación, penitencia…? Estas son conductas que ni son útiles para uno mismo ni te convierte en un miembro más valioso para sociedad. Estas prácticas no pueden aprobarse moralmente. Su carácter inútil y desagradable las convierte en vicios. Son obstáculos para la felicidad.
   Hay una enorme contradicción entre nuestra idea de lo que debe ser la justicia y el comportamiento, del dios cristiano en este caso, que se presenta como modelo y objeto de adoración. Ello provoca necesariamente que los sentimientos morales naturales del cristiano le lleven a desaprobar la conducta del dios al que ha de considerar al mismo tiempo infinitamente perfecto. El cristiano ha de luchar contra su propia naturaleza, el resultado de este enfrentamiento interior no podría ser sino un desequilibrio emocional.


“sueños de hombres enfermos” 

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