Crítica a la creencia en la realidad de
los milagros.
Una religión revelada es aquella cuyas
doctrinas se presentan como proviniendo de una manifestación o comunicación
directa de la divinidad a los hombres.
El
cristianismo ha encontrado la verdad de la revelación en los milagros. Un
milagro es un hecho sobrenatural, que transgrede las leyes de la naturaleza, y
que por tanto está más allá del poder de ejecución de los hombres. Aceptar la
realidad histórica narrada en la biblia supone reconocer la verdad del
cristianismo.
Ahora
bien, ¿hay razones para creer el la ocurrencia de tales hechos? Hume se plantea
este problema en su Enquiry Concerning Human Understanding. Allí insiste en que
un milagro es un suceso contrario a toda experiencia pasada, y que
consiguientemente, a la hora de valorar su credibilidad, hay que tener en
cuenta su carácter improbabl
¿Qué
valor podemos otorgar a los relatos de los evangelios sobre los milagros de Jesucristo?
Se trata de una narración escrita por personas sin ningún crédito ni
reputación, que presentan sucesos que violan el curso regular de la naturaleza.
el que se aceptara el testimonio de los apóstoles sobre la resurrección se
explica por la credulidad y el asombro de las masas ignorantes.
Ahora
bien. Estos milagros ocurrieron en un rincón concreto del mundo romano, y pretenden
ser prueba del dios único y verdadero y que, en consecuencia, niegan las
evidencias que apoyan los milagros propios de otras religiones. La única opción
es pensar que sus evidencias se destruyen mutuamente. La conclusión es que no
es razonable creer en la realidad de los milagros cristianos.
El
que un milagro se defina como una transgresión de una ley de la naturaleza solo
puede significar que es algo que no se ajusta a nuestra experiencia uniforme en
el pasado y que, por tanto, está en oposición con nuestras expectativas en el
futuro. Porque, ¿qué es una ley sino una
expresión compendiada de lo que hemos observado en el pasado? De un milagro
también se puede pensar que se debe a una causa tan natural, como de momento
desconocida. Para admitir que un suceso es genuinamente milagroso tendríamos
que saber previamente que ni puede explicarse en base a las leyes de la
naturaleza, ni en las que conocemos actualmente ni en el futuro.
Crítica a la creencia en la religión
natural:
-crítica al argumento del designio
El argumento del designio parte de la
constatación de que el universo es similar a una máquina bien ordenada. Ahora
bien, las máquinas son el resultado del diseño y elaboración de seres
inteligentes. Conclusión: el universo es el resultado del diseño de un
arquitecto divino.
Tan
posible como esto es lo que Hume denomina la vieja hipótesis epicúrea: una
materia a la que es inherente el movimiento tiene que acabar produciendo en
menos de una infinidad de combinaciones un orden como el que actualmente
presenta el universo. Para dar cuenta de la aparente planificación del universo
no es necesario acudir a un diseñador inteligente, sino a la simple combinación
de la materia en movimiento.
También
está el argumento de que el universo es como un gran ser vivo y no una máquina.
Principio de generación y vegetación. Filón observa que el continuo movimiento
de materia no produce ningún desorden, el continuo desgaste es incesantemente reparado, a través de todo
el sistema se percibe la afinidad más estrecha entre sus partes.
El argumento del designio no permite
decidirse entre el politeísmo y el monoteísmo. El hecho de que este argumento
se haya pronunciado la mayor de las veces a favor del dios único revela que la
tradición filosófica está sometida a las costumbres y creencias de la tradición
religiosa, y busca confirmarla a toda costa (religión natural).
En
segundo lugar, hay que contar con la presencia del mal en el mundo. Si el
universo es el resultado de un diseño, qué dios diseñó un universo con
semejante falta? Hume dice que solo estamos autorizados a constatar su absoluta
indiferencia por la felicidad humana
-crítica al argumento a priori
El argumento a priori nos habla de que
todo lo que existe debe tener una causa o razón de su existencia; y que por
tanto, al ascender de los efectos a las causas tenemos que recurrir finalmente
a una causa última que sea necesariamente existente (un ser que lleva en sí
mismo la razón de su existencia, y que no puede suponerse que no existe sin
caer en contradicción)
Ahora
bien, de acuerdo con la epistemología de Hume todo lo que podamos concebir
claramente es posible. Y es concebible un efecto sin causa. Se trata de una
opción que no cabe excluir, igual que tampoco el que el mundo sea eterno (con
lo que no habría causa primera, sino un regreso indefinido de causas). Esto es
algo que también es concebible. El argumento a priori (causa última) no tiene
prioridad ninguna. El hecho es que con cualquier cosa se puede concebir su
existencia como su no existencia. La mera razón no puede concluir si el
universo fue creado por dios, de la nada, o si fue eterno.
-el problema del alma
En su ensayo Of The Inmortality of the
Soul, observará respecto al carácter inmortal o no del alma, que solo deben
tenerse en cuenta los argumentos obtenidos a partir de la analogía con la
naturaleza-argumentos físicos.
El
primero de ellos es una aplicación del principio de que: cuando dos objetos
están estrechamente conectados, alteraciones en uno provocan proporcionales
alteraciones en el otro. De acuerdo con las reglas de la analogía, la
disolución del primero provoca la disolución del segundo.
Pues
bien, la experiencia muestra que los cambios del cuerpo van acompañados de
transformaciones proporcionales en el alma (la mente). Debemos concluir, pues,
que el alma perece con la muerte del cuerpo. Según Hume: los últimos síntomas
de la mente son el desorden, la debilidad… precursores de su aniquilación. El
progreso de las mismas causas, al incrementar sus efectos, la extingue
completamente
Un
segundo razonamiento es el que nada es eterno en este mundo. todas las cosas
están sometidas a flujos y cambios continuos. El alma, pues, no podría ir
contrariamente a los principios de la analogía. Por otra parte, la situación de
inconsciencia antes de la formación del cuerpo es una prueba de que tras la
disolución de la razón (la muerte) caeremos en un estado similar
Hacia una ciencia del origen de las creencias
religiosas
La verdad del cristianismo no puede
probarse acudiendo a la evidencia histórica, y tampoco pueden probarse las dos
creencias básicas de una religión natural: la existencia de dios y la
inmortalidad del alma.
En
The Natural History of Religion, trata de encontrar las causas psicológicas que
provocan esas creencias para las que sabemos que no hay justificación racional.
. se trata de situar el origen de la religión en la naturaleza humana.
Hume
parte del reconocimiento de que el politeísmo es la religión más antigua. Algo
que se explica si tenemos en cuenta que la mente se eleva gradualmente de lo
inferior a lo superior. Igual que los hombres habitaron cabañas y estudiaron
agricultura antes que geometría, se formaron una concepción familiar de sus
dioses, atribuyéndoles órganos y pasiones humanas, antes de llegar a la idea de
Espíritu puro que ordena el universo.
Las
primeras ideas religiosas surgieron de la preocupación del hombre primitivo por
los sucesos del hombre primitivo que afectaban a su vida. Todas las cosas que
provocan deseo o terror se distribuyen entre los hombres por causas
desconocidas, estas causas se convirtieron en el objeto de su esperanza o su
miedo. La imaginación se formó una idea más concreta de estas causas o poderes
de los que los hombres dependían, y de acuerdo a la tendencia a concebir todos
los seres según su propia imagen, el hombre determinó forzosamente su propia
concepción de estas causas. Dotaron a estos poderes tanto de pasiones como de
inteligencia. Este es el origen del politeísmo: a partir de este momento, en
cada faceta de la vida, se acudió al poder invisible.
Por
muchas divinidades que existan, es frecuente que se venere a una en especial.
Esto se explica por la analogía del modelo nación y la jerarquía monarcal. Con
la adoración al príncipe-dios terrenal se llega al concepto de monoteísmo. Éste
tiene su origen en el miedo y en la tendencia a la adulación de la superstición
más vulgar. La verdadera idea del dios único y perfecto será tan pobre como las
concepciones que caracterizan a las divinidades del politeísmo las religiones
monoteístas igualmente recurren a prácticas y rituales.
Hacia una valoración moral de la religión
¿Es beneficiosa la influencia de las
ideas religiosas para la sociedad? De acuerdo con la tº moral de Hume todos
nosotros aprobamos de forma natural aquellas cualidades que son útiles o
inmediatamente agradables. Prudencia, laboriosidad, cortesía, lealtad. ¿Ayuno,
celibato, mortificación, penitencia…? Estas son conductas que ni son útiles
para uno mismo ni te convierte en un miembro más valioso para sociedad. Estas
prácticas no pueden aprobarse moralmente. Su carácter inútil y desagradable las
convierte en vicios. Son obstáculos para la felicidad.
Hay
una enorme contradicción entre nuestra idea de lo que debe ser la justicia y el
comportamiento, del dios cristiano en este caso, que se presenta como modelo y
objeto de adoración. Ello provoca necesariamente que los sentimientos morales
naturales del cristiano le lleven a desaprobar la conducta del dios al que ha
de considerar al mismo tiempo infinitamente perfecto. El cristiano ha de luchar
contra su propia naturaleza, el resultado de este enfrentamiento interior no
podría ser sino un desequilibrio emocional.
“sueños de hombres enfermos”
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