Los metafísicos especulativos han tendido
hacia la reducción de la multiplicidad a la unidad, han tendido a explicar la
existencia y naturaleza de las cosas finitas en términos de un factor último.
Spinoza
llama dios o naturaleza a la causa última. Asimila la relación causal a la
implicación lógica, y describió las cosas finitas como procediendo
necesariamente de la substancia infinita. Spinoza difiere de los escolásticos y
de Descartes al deducir lo finito de lo infinito. Descartes postulaba igualmente
una causa última, pero no de dujo de esa causa la multiplicidad y finitud.
Para
conocer una cosa es preciso conocer su causa. “el conocimiento del efecto
depende del de la causa, que comprende a éste”. Explicar una cosa es asignarle
una causa.
Define
la substancia como: aquello que es en sí mismo y es concebido por sí mismo…
aquello que es conocido solo por sí mismo no puede tener una causa externa. La substancia
es lo que Spinoza llama causa sui, causa de sí misma, se explica por sí misma y
no en relación a otra cosa.
La
definición implica que la substancia es completamente dependiente de sí misma. No
depende de una causa externa, ni para su existencia, ni para sus atributos y
modificaciones. Esto significa que su esencia comprende su existencia. “por
causa de sí, entiendo aquello cuya esencia envuelve la existencia, y cuya
naturaleza no puede concebirse sino como existente”.
Según
Spinoza, tenemos una idea clara y distinta de substancia, y en esta idea
percibimos que la existencia pertenece a la esencia de la substancia. “como la
existencia pertenece a la naturaleza de la substancia, la definición de ésta
tiene necesariamente que contener la existencia. En un estadio posterior,
cuando se ha argumentado que hay una y solamente una substancia, infinita y
eterna, y que esa substancia es dios, Spinoza vuelve a la misma línea de
pensamiento. En la línea de san Anselmo, expone el argumento ontológico: puesto
que dios es perfecto, es cierto que existe
Por
atributo entiende aquello que es constituyente de la esencia de una substancia.
Dada esa definición, se sigue que si dos substancias poseyeran los mismos
atributos, poseerían la misma esencia y no podríamos distinguirlas. Pero si no
puede haber dos o más substancias que posean el mismo atributo, la substancia
no puede ser limitada o finita. Tiene por tanto que ser infinita. Esta pieza
del razonamiento es difícil de seguir. La palabra “misma” se utiliza de una
manera ambigua. La idea de Spinoza es que la existencia de una pluralidad de
substancias requeriría una explicación, y una explicación supone una referencia
a una causa.
Por
otra parte, la substancia ha sido definida de tal modo que no puede decirse de
ella que sea efecto de una causa externa. Tenemos que llegar finalmente a un
ser que es causa de sí, su propia explicación, e infinito. Porque si la
substancia fuera finita y limitada sería posible obrar sobre ella, podría ser término
de una actividad causal. Pero si estuviera expuesta al efecto de una causa
externa, no podría ser entendida puramente por sí misma, y eso va contra la
definición de substancia. Se sigue pues que la substancia es infinita.
La
substancia infinita tiene que poseer infinitos atributos. Identifica ser y
realidad. El ser absoluto es el ser infinito. Cada uno de los atributos del ser
infinito expresa una esencia eterna e infinita. La substancia infinita es
indivisible, única y eterna. En dios la existencia y la esencia son una misma
cosa.
La
extensión es un atributo de dios. Dios es una cosa extensa. Si dios fuese
distinto de la naturaleza, y si hubiera otras substancias que no fueran dios,
dios no sería infinito. A la inversa, si dios es infinito, no puede haber otras
substancias. Las cosas finitas no pueden ser entendidas ni explicadas aparte de
su relación causal con dios. Todo lo que es, es en dios. Lo que Spinoza quería
decir era que los seres finitos son modificaciones de dios, la substancia
única. Dios posee una infinidad de atributos, de los cuales conocemos dos: el
pensamiento y la extensión. Las mentes finitas son modos de dios bajo el
atributo del pensamiento, y análogamente los cuerpos con la extensión. la
naturaleza no es ontológicamente distinta de dios, y esto es porque dios
comprende toda la realidad.
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