La escuela de Atenas

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sábado, 10 de septiembre de 2016

Kant. Moralidad y religión


  •  La aspiración de Kant: introducción a la razón práctica


El conocimiento moral: no por lo que existe (que percibimos de los objetos) sino por lo que debe ser. Es un conoc. a priori, porque decir la verdad siempre será lo bueno independientemente de si se hace o no
A prioridad: necesidad y universalidad. ¿Cómo son posibles las proposiciones sintéticas a prori de la moral? Principios a priori según los cuales juzgamos moralmente. Origen: la razón practica
¿Qué es la razón práctica? La razón en su uso práctico (moral). Solo hay una razón, pero se distingue en su aplicación: se ocupa de sus objetos de dos modos: conoc. Racional teorético/practico
La función práctica: se ocupa de la elección moral, de la aplicación de categorías a los datos de la intuición sensible; producción o elección de decisiones morales de acuerdo con la ley que procede de ella misma
La razón teorética: se ocupa de obj de la potencia cognoscitiva (conocimiento). Practica: de los fundamentos de la determinación de la voluntad, la cual es la facultad de producir objetos correspondientes a ideas o determinarse a sí misma para producirlos (facultad de determinar su causalidad
La razón práctica: se dirige a la elección de acuerdo con la ley moral, y cuando es físicamente posible, a la realización de la decisión en acción.

La voluntad, 2 usos:
                -distinta de la razón práctica, es movida por el imperativo categórico
                -identificada a la razón práctica, es una facultad racional no un impulso ciego

La voluntad: la r. práctica toma la forma de la voluntad de acuerdo con un principio o máxima, y se distingue entre los aspectos cognoscitivos/voluntarios de la cuestión

Ética (f. moral) se divide en:
                -metafísica de las costumbres (de la moral)
                -etica aplicada (antropología práctica)                

Hace falta una metafísica moral que prescinda de todo factor empírico (aunque kant tiene la tendencia de introducir en la parte metafísica de la ética leyes morales que parecen tener elm. Empíricos)
La base de la obligación no ha de buscarse en la naturaleza humana ni en las circunstancias, sino a priori, en los conceptos de la razón pura. Ética pura que suministre las leyes racionales de la moral sin necesidad de fundamentarse ni en la naturaleza del hombre ni en su conocimiento. Hallar el elemento a priori que posibilita las proposiciones sintéticas morales, y no un conjunto de leyes y preceptos mediante un análisis de conceptos.


  • 2.       La buena voluntad


Es buena por sí misma y no con arreglo a ningún fin. Valor intrínseco
Término bueno aplicado a voluntad: atiende al concepto de deber (rasgo más destacado de la conciencia moral). La voluntad que obre por deber es una voluntad buena.
La voluntad de dios es buena, aunque sería absurdo suponer que dios cumple con su deber. Deber u obligación implican el concepto de posibilidad (autoconquista). La voluntad divina no está sometida a ningún obstáculo
Es erróneo decir que una voluntad buena obra por el deber. Diremos que la voluntad que obra por deber es buena. La voluntad divina es una voluntad santa. Si limitamos el concepto de voluntad a lo finito y limitado sometido a la obligación, podremos decir que la buena voluntad obra por el deber.

  • 3.       El deber y la inclinación


Acciones hechas de acuerdo con el deber: ni morales ni inmorales, con arreglo a un fin
Acciones por mor del deber: una acción solo tiene valor moral si se hace con un sentido de obligación moral.
El valor moral de una acción realizada por mor del deber aumenta en proporción inversa a la inclinación a realizarla. Cuanto menor sea la inclinación, mayor es el valor moral si se llega a realizar por mor del deber
Cuanto más tengamos que dominarnos para cumplir con el deber, tanto más morales somos. Superar las inclinaciones personales, he ahí el valor moral (inclinación y deseo están en permanente guerra con el sentimiento del deber-deja de lado una integridad de ambas que culmine en el hombre autocompleto)

Hacer bien a los demás no tiene valor moral si es mero efecto de una inclinación natural del temperamento, pero no dice que dicho temperamento sea malo en sí. Por el contrario, las acciones que surgen de la satisfacción y la felicidad son saludables.  

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